Donde
los dos autores hacen memoria de aquel artista sordo, aquel español
de humor melancólico, avanzado de la modernidad, que supo
ver doble con sus lentes y que logró resucitar el difícil
arte de la risa de los antiguos en los tristes tiempos modernos
que le acompañaron hasta su muerte y, más allá
incluso, hasta la nuestra.